Claudia Papic: “Proteger el entorno no solo es ‘bonito', sino que implica tener que gastar menos en el futuro”
La entidad público-privada que busca proteger la cuenca del río Maipo ante el riesgo de que su caudal disminuya en un 40% al año 2050, acaba de presentar su plan estratégico para el actual quinquenio, el que incluye un estudio para ver el impacto económico de proteger el ecosistema vinculado al recurso hídrico.
A pesar de sus distancias y diferencias, las cuencas de los ríos Maipo en Santiago, Catatumbo en Colombia y Yaque del Norte en República Dominicana, comparten algo: son recursos hídricos que están en un estado crítico que podría llegar a tener consecuencias devastadoras para los ecosistemas vegetales y humanos que conviven con ellos.
Lamentablemente, no son los únicos. Además de ellas, otras 26 cuencas de la región se han identificado como críticas y hoy están siendo protegidas por la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua, iniciativa creada en 2011 por The Nature Conservancy (TNC), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otras tres entidades, y que desde 2013 comenzó a tener presencia en Chile, lo que se formalizó en 2019 con la creación del Fondo de Agua Santiago-Maipo (FDA-SM), el primero del país y que hoy está comenzando su trabajo en terreno.
'En particular en la cuenca estamos en crisis hídrica hace ya más de diez años y se proyecta una disminución de entre un 10% y 40% al año 2050 del caudal del río Maipo, el que abastece a más de un tercio de la población del país', destaca Claudia Papic, bióloga y gerenta general del FDA-SM, quien ocupa el cargo desde fines de junio de 2020. Antes, era la directora ejecutiva del Instituto de Ecología y Biodiversidad.
'El tema del agua es crítico, estamos todos conscientes de la crisis en la que nos encontramos. (...) Los científicos llevan más de dos décadas pronosticando que estas cosas van a pasar, pero el proceso ha sido como el del cambio climático: estuvimos tres décadas hablando de que iba a ocurrir y recién cuando lo estamos viviendo, con catástrofes y cambios drásticos en la economía, decimos ‘parece que el cambio climático era cierto'. No aprendemos a enfrentar las crisis antes, una vez que estamos metidos en ellas, trabajamos', complementa Papic.
La ejecutiva cuenta que el rol de la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua es impulsar la creación de los fondos —que buscan integrar a entidades públicas y privadas— en diferentes países y entregar una metodología y asesorías para que esto ocurra, pero cada fondo es independiente.
Este modelo de trabajo es el que se empezó a usar en Chile desde 2013, periodo en el que TNC —en su rol como participante de la Alianza— comenzó a incentivar a diferentes actores para conformar el fondo. Tras esto, y entre 2017 y 2019, las 26 instituciones públicas y privadas interesadas en participar realizaron un proceso de diagnóstico y recopilación de estudios previos sobre el estado del río Maipo, sondeo en donde encontraron que esta cuenca es una de las que tiene mayor riesgo hídrico en el planeta ya que presenta déficits anuales de precipitaciones en torno al 30%.
Luego de este proceso, en 2019 el FDA-SM se concretó formalmente y definió a sus participantes, los que finalmente llevarán a la acción iniciativas para resguardar la cuenca: TNC, el Gobierno Regional de la Región Metropolitana, la Asociación de Municipalidades Rurales, Aguas Andinas, Anglo American, Nestlé, la Federación Nacional de Cooperativas de Servicios Sanitarios, la Confederación de Canalistas de Chile y AdaptChile.
Es esta unión multisectorial la que Papic describe como la principal característica de los FDA y que los diferencia de otras iniciativas que buscan proteger los recursos hídricos en Chile. Este trabajo en conjunto, plantea la bióloga, permite que sean una plataforma en la que las diferentes entidades se comuniquen, lo que a su juicio genera que se tomen acciones concretas, algo en lo que aún no hay muchos avances a nivel local.
'Me parece natural que surjan muchas iniciativas distintas de organismos diferentes, creo que se ha estado dando bien, que cada una al principio haga un diagnóstico porque lo hacen desde sus intereses particulares, con enfoques propios. El MOP desde una mirada, la Superintendencia de Servicios Sanitarios, Corfo o Fundación Chile... es natural. Pero creo que hasta ahora todos han estado en proceso de desarrollo, hay que dar el paso a la acción. Me atrevería a decir que vamos a ser promotores de llevar a la acción lo que se ha estado trabajando y la forma en que lo queremos hacer es invitando a estas las organizaciones a trabajar juntos', afirma la bióloga.
Inicio del trabajo concreto
A partir del diagnóstico que hicieron entre 2017 y 2019, la próxima semana el FDA-SM estará presentando su primer Plan Estratégico 2021-2025, hoja de ruta con la que buscan empezar el trabajo concreto para salvaguardar la cuenca, y que propone seis líneas de acción y seis acciones concretas. A priori, Papic estima que la ejecución del plan requerirá un presupuesto que podría llegar a ser de US$ 1,5 millones, dinero que provendrá de los nueve socios.
Uno de los ejes de trabajo para 2021 es comenzar el diseño de un plan de conservación para la cuenca. Para lograr esto, la ejecutiva cuenta que ya realizaron un estudio para ver el estado del Maipo, en el que hicieron una modelación de ciertos ecosistemas que están en la parte alta del río, para así ver cuál es el impacto que generan en el caudal y evaluar acciones para proteger esas zonas.
'Se puede saber qué sectores, si es que se protegen, pueden aportar más a la calidad y cantidad de agua que lleva el río', afirma. En esa línea, están ampliando el estudio —que estará listo en marzo— para evaluar cuál es el retorno económico de proteger estas zonas, es decir, cuantificar cuál es beneficio o ahorro en dinero al proteger o restaurar una ladera; esto, para 'entender que proteger no es solo 'bonito', sino que implica tener que gastar menos en el futuro, es un argumento de peso, que es algo que le falta siempre a las iniciativas de protección ecológica'.
Fuente: El Mercurio